Llega al mercado una pulsera avisa-radares para motoristas
Los avisadores de radares son legales en nuestro país, pero no garantizaban las condiciones de seguridad necesarias para su uso encima de una moto. Ante este problema, Woolf Moto ha apostado por la comercialización de un nuevo dispositivo que permitirá a los motoristas conocer la situación de los distintos radares fijos y móviles sin apartar su mirada de la carretera: una pulsera que emite vibraciones.
El funcionamiento de este nuevo dispositivo se vale de la aplicación móvil WOOLF , que envía sus informaciones a la pulsera a través de conexión Bluetooth. Se puede descargar tanto en la AppStore –si tu dispositivo es iOS– como en la Play Store –si tu terminal es Android–. No supone gastos móviles durante nuestro trayecto en moto ni tampoco es necesario pago extra alguno por suscripciones.
La pulsera señala la presencia de radares fijos y móviles garantizando la cobertura de más de 120.000 radares en hasta 70 países de todo el mundo. Su base de datos cuenta con actualizaciones diarias para las que sí es necesario que el dispositivo móvil disponga de conexión a internet. En cambio, sobre la moto, se basta de la señal GPS para ubicar los distintos puntos de control de velocidad.
Avisa también de la proximidad del radar en cuestión. La frecuencia de las vibraciones aumenta a medida que el motorista se aproxima a él, aunque esta característica puede ser modificada a gusto del usuario. Woolf Moto asegura que la autonomía de su batería de litio ofrece una duración de un mes.
Es resistente al agua y su fabricación tiene lugar íntegramente en Europa. El aparato está cubierto por piel de cuero elaborada en Italia y existen varios modelos diferentes: azul marino, negra y en imitación de carbono (esta última es diez euros más cara que el resto). El precio de este avisador de radares es de 149 euros y puedes adquirirlo en este enlace.
La Woolf Moto ha sido lanzada al mercado este verano y es cien por cien legal en nuestro país, de manera contraria a los detectores o los inhibidores de radares. La pulsera se vale de la información de las bases de datos para avisarnos únicamente de su posición mientras que en los otros dos casos son las propias ondas que estos emiten las que informan al conductor. Las sanciones por el uso de dispositivos ilegales pueden llegar al los 6.000 euros del multa y la retirada de seis puntos del carné.