Moto Guzzi V7 Special
La Moto Guzzi V7 es uno de esos modelos que no necesita carta de presentación, estamos posiblemente ante la moto más importante y más representativa de la marca transalpina en sus cien años de historia.
La última revisión de esta gama V7 es la Moto Guzzi V7 850 Special y ha ganado bastantes enteros en su parte dinámica y con una parte ciclo más precisa y eficaz.
La primera Moto Guzzi V7 se presentó en 1967 y con ella llegaron las dos señas de identidad más importantes de la Casa di Lario y que han perdurado en todos sus modelos hasta hoy en día: el cardán y el motor bicilíndrico en V longitudinal. Fue en 2008, bajo la tutela del grupo Piaggio, cuando llegó este y otros modelos para pegar duro en el mundo del motociclismo.
Estamos ante una moto naked de líneas clásicas en la que todos los elementos tienen claros guiños al pasado. El gran faro frontal de forma circular con luz halógena, las llantas de radios o un depósito de combustible de chapa, largo y estrecho, que parece no haber cambiado un ápice sus formas desde 1967.
La calidad general de los acabados y los remates es muy buena, algo que se puede apreciar a lo largo de todo el conjunto. Aspectos como la luz halógena y la pintura metalizada del tanque con unas gráficas a juego también metalizadas se ven sencillamente espectaculares, mientras que otras piezas como los soportes de las estriberas, el selector del cambio o el pedal del freno trasero, mecanizados en aluminio cepillado, también dejan entrever un cuidado especial por estos detalles.
La Moto Guzzi V7 850 Special es una moto con planta y con buena presencia cuando la ves en directo. Es un conjunto bastante largo y además no es estrecha precisamente gracias en parte a la presencia del masivo motor con sus dos cilindros asomándose uno por cada lado.
En el apartado técnico, todo el peso recae sobre el nuevo motor bicilíndrico de 853 cc. Es el mismo bloque que se estrenó en la Moto Guzzi V85 TT y que contaba con una serie de mejoras y nuevas técnicas respecto al anterior propulsor.
Estamos ante una mecánica en V longitudinal a 90º refrigerada por aire y unas cotas internas de 84×77 mm de diámetro por carrera, respectivamente. Las culatas cuentan con dos válvulas y la distribución corre a cargo de un árbol de levas situado en posición central (entre medias de los dos cilindros) y un sistema de varillas y balancines.
Para la V7 se ha modificado la entrega de potencia del motor, primando el par a bajo y medio régimen sacrificando la cifra máxima de potencia. Si en la Moto Guzzi V85 TT teníamos 80 CV a 7.750 rpm, en la V7 contamos con 65 CV, pero a unas revoluciones más bajas, 6.800 vueltas. La cifra de par máximo también es menor y nos ofrece un buen par con unos 73 Nm.
La caja de cambios recibe por fin esa sexta velocidad de la que carecían sus antecesoras, mientras que el embrague es central de tipo monodisco y en seco. La transmisión a la rueda trasera corre a cargo del clásico eje cardán de Moto Guzzi sin mantenimiento.
En cuanto al chasis, encontramos una estructura tubular de doble cuna en la que el motor también hace las veces de componente estructural. De hecho, el eje del basculante se ancla directamente a los cárteres del motor y no a la cuna, con un diseño mixto. El basculante está construido en aluminio y por su brazo derecho discurre el eje propulsor.
En el apartado de suspensiones la cosa es más bien va tirando a sencilla, con una horquilla delantera de tipo convencional sin posibilidad de ajustes y con 40 mm de diámetro. Atrás cuenta con una pareja de amortiguadores gemelos regulables en precarga.
El sistema de frenado corre a cargo de un disco frontal flotante de 320 mm mordido por una pinza Brembo de anclaje axial. Latiguillo de goma y una bomba axial completan el sistema. Atrás, por el contrario, encontramos un disco de 260 mm mordido por una pinza flotante de dos pistones.
En cuanto a ruedas, cuenta con una pareja de llantas de radios que calzan neumáticos en medidas 100/90 R18 y 150/70 R17 para los ejes delantero y trasero, respectivamente. Como equipo de fábrica monta unas Dunlop Arrowmax Smartstreet, una goma de corte sport turismo y con un buen balance entre prestaciones y durabilidad.
Doy el contacto y la instrumentación me saluda con el típico chequeo de control. No escucho ningún zumbido eléctrico proveniente de la bomba de combustible, ni relés, ni nada parecido que empañe la experiencia analógica, mecánica y retro de esta moto. Cuando el motor está funcionando la bomba de combustible sí que emite el clásico silbido, pero en este caso queda camuflado por el ronroneo del bicilíndrico.
Aprieto el botón de arranque y el bicilíndrico comienza a dar pistonadas. Meto primera y un sonoro clon mecánico proveniente del cardán me indica que la velocidad ya está engranda. Este sonido metálico está presente en todos los cambios de marcha que efectúo sobre la Moto Guzzi V7 850 y es otra de las señas de identidad. Suelto embrague y la Guzzi sale con una finura envidiable. El tacto de la maneta de embrague, pese a ser mecánico es formidable.
El selector del cambio es un poco tosco durante los primeros minutos de funcionamiento, pero una vez que el aceite de la caja de cambios va entrando en calor se torna muy fino y meloso.
Desde los primeros metros me llama la atención la contundencia del motor a bajo y medio régimen. Desde unas 1.500 vueltas el bicilíndrico está empujando pistonada a pistonada, como si fuera una locomotora de vapor.
Se puede incluso utilizar por debajo de ahí. El ralentí está a unas 1.200 vueltas, e incluso a ese régimen podemos abrir gas con decisión, que la Moto Guzzi V7 850 no va a responder de malas maneras.
La Moto Guzzi V7 850 Special, es amiga de ir todo el rato a bajo régimen aprovechando esa respuesta tan contundente, aunque también tiene unos medios muy llenos. Desde 3.000 a 5.000 vueltas empuja con verdaderas ganas. Además, la curva de par es muy lineal con una constante en la entrega de potencia, sin sustos ni sobresaltos. En la zona alta también funciona bien y llega hasta el corte de encendido a 7.000 vueltas sin apenas desinflarse.
Pero sinceramente, no apetece llevarlo tan arriba a no ser que sea absolutamente necesario, y siendo sinceros, casi nunca lo es, salvo en algún adelantamiento súper apurado u otros momentos puntuales. Por cierto, la luz roja de avería de motor empieza a emitir destellos rápidos haciendo las veces de luz de sobre régimen cuando pasamos las 6.000 vueltas.
Por ciudad lo normal es ver la aguja entre las 2.000 y 2.500 vueltas, circulando casi todo el santo rato en sexta velocidad. Es una moto verdaderamente agradable de conducir por la jungla urbana. El peso se hace notorio cuando realizamos maniobras en parado, y es que al final los 223 kg de esta moto están siempre presentes.
Pero una vez que estamos en marcha, el centro de gravedad está muy abajo y la moto se mueve de lado a lado en los cambios de dirección con suma facilidad. A la hora ratonear entre los coches penaliza un poco el ancho manillar, que puede impedirnos el paso por según qué huecos.
En el apartado de suspensiones, ambos ejes tienen un tarado de compromiso, buscando principalmente el confort. El tren trasero es algo seco cuando se pasa un socavón gordo o un badén a alta velocidad.
Saliendo ya a carretera abierta y aquí la cosa mejora. Esta moto invita a recorrer kilómetros y kilómetros sentado tras sus mandos sobre su cómodo asiento, invitándote a una conducción relajada y placentera, perdiéndote por carreteras comarcales, en un viaje sin prisas ni estrés, y dejando que esos paisajes impregnen todos tus sentidos en una mezcla de emociones en las que también se dan cita las sensaciones provenientes de la moto. Debes de probar esta moto, es toda una experiencia sensorial.
En el apartado dinámico la Moto Guzzi V7 850 Special es una moto que se mueve mejor de lo que cabría esperar para tratarse de un modelo con orientación clásica y por ende con unas soluciones técnicas similares a las de motos de hace 50 años para conseguir esa estética retro.
Pese a lo sencillo de la suspensión que equipa, el tarado que lleva es muy equilibrado y eso hace que con la Moto Guzzi V7 850 se pueda pasear rápido. Obviamente no está pensada para atacar todas las curvas sin piedad mientras arrastramos las deslizaderas por el asfalto, pero para ir con cierto ritmo responde fenomenal y es divertida de llevar. Dinámicamente es bastante ágil, gracias al ancho manillar y a las ruedas, que no son especialmente anchas y cae con mucha rapidez en curva.
Conclusiones
La Moto Guzzi V7 850 Special es un modelo con el que sentir emociones diferentes respecto a lo de siempre. Es una moto con la que disfrutar de emociones nuevas, pero que a la vez sirve para todo y sirve para lo mismo que otras motos de planteamientos más convencionales.
Para mí el gran problema que va a encontrar durante su vida comercial es el precio. De buenas a primeras es difícil justificar los 10.000 euros que piden por ella en el concesionario cuando uno coge la ficha técnica y empieza a comparar los fríos números con el resto de motos a la venta hoy en día. No tiene tantos caballos, ni tiene tantos cilindros, ni tiene una suspensión tan buena, ni es tan ligera, ni viene tan equipada con las últimas novedades electrónicas… si la gente se pone a comparar esta moto y cualquier otra con una hoja de Excel delante… la tragedia para la Moto Guzzi V7 850 Special está servida.
El problema es que es difícil comparar los pequeños detalles, todas esas cositas que hacen de esta moto un producto especial, diferente, atractivo, y que puede tener mucho sentido frente a otras motos “teóricamente mejores” sobre el papel. No hay una forma de medir las sonrisas cada 100 kilómetros, o ese cosquilleo que crece en tu interior al darte cuenta de ese detalle o aquel matiz que tiene esta moto y otras no. Y es ahí donde la Moto Guzzi V7 850 Special es fuerte: haciéndote sentir. Pero los sentimientos no se pueden medir con números.
A fin de cuentas, estamos hablando de un producto que se sigue fabricando en Italia en vez de externalizar la producción a Asia como hacen cada vez más y más fabricantes. Es un producto que tiene unas soluciones técnicas caras de fabricar como el motor en V o el eje cardán. Y por último, es un producto que se fabrica en pequeñas series y de una forma más artesanal que otras motocicletas de mayor tirada. Luego sí que hay otra forma de justificar la compra de esta moto.
Todo esto hace de la Moto Guzzi V7 850 Special una moto diferente y que nutre de sensaciones hasta el último poro de tu piel… eso está en todos y cada uno de los segundos que pases a sus mandos. Es el tacto y las vibraciones del motor, ver cómo se agacha hacia la derecha cada vez que revolucionas el bicilíndrico o reduces una marcha. Es el sonido de los aletines y del metal contrayéndose y chisporroteando cuando apagas el motor. Es la orgía visual de todo el conjunto y su elegancia infinita cada vez que te bajas de ella y la miras.
Precio Moto Guzzi V7 Special
El precio de la Moto Guzzi V7 Special es de 9.999 €* y ya está disponible para pedidos en la red de concesionarios de la marca en España.
* Los precios indicados podrían variar en función de posibles ofertas o promociones de la marca o el concesionario.
Ficha técnica
Motor | Bicilíndrico V 90°, dos válvulas por cilindro |
Transmision | 6 velocidades |
Diámetro x Carrera | 84 x 77 mm |
Refrigeración | Aire |
Cilindrada | 853 cc |
Transmisión final | Cardan |
Combustible / Capacidad | Gasolina / 21 l (4 reserva) |
Potencia | 65 CV (47,8 kW) – 6.800 rpm (también disponible con 35 kW, carné A2) |
Par Motor | 73 Nm – 5.000 rpm |
Freno Delantero | Disco flotante en acero inox Ø 320 mm, pinza Brembo de 4 pistones diferenciados y contrapuestos |
Freno Trasero | Disco en acero inox Ø 260 mm, pinza flotante de 2 pistones |
Llanta delantera | Radio, 18″ 100/90 |
Llanta Trasera | Radio, 17″ 150/70 |
Suspensión delantera | Horquilla telescópica hidráulica, Ø 40 mm |
Suspensión trasera | Basculante con 2 amortiguadores regulables en la precarga del muelle |
Peso en seco | 203 kg |
Altura del asiento | 780 mm |
Color | Blu Formale, Grigio Casual |